¿Alguna vez te has preguntado si eres un workaholic? ¡Ahora puedes averiguarlo! Te hemos preparado una breve encuesta para ayudarte a identificarlo. ¡Ahora puedes empezar!
1. Cuando salgo del trabajo…
Me olvido de todo y… ¡a disfrutar!
Me meto a casa y continúo trabajando.
Generalmente no me llevo el trabajo a casa, salvo en algunas ocasiones que se repiten más de lo que me gustaría.
2. Cuando me proponen un trabajo nuevo que sé que me va a suponer un esfuerzo importante…
¡Paso! Más vale malo conocido que bueno por conocer.
Lo acepto siempre, y si puedo lo combino con el que ya tenía, nunca se puede saber cuándo llegarán las vacas flacas.
Lo valoro y si veo que me interesa mucho lo cojo.
3. La prioridad del trabajo en mi vida es…
Lo suficientemente importante como para que me llegue para vivir.
Lo principal.
Una de las partes más importantes.
4. Tengo una reunión de trabajo importante que sé que se va alargar bastante, lo suficiente como para no llegar a la cita prevista con mi pareja, ¿qué hago?
Dejo a todos en la reunión para llegar a mi cita a tiempo.
Anulo la cita con mi pareja y le prometo compensarla por ello.
Apuro todo y llego tarde a la cita.
Si has obtenido principalmente la letra B en tus respuestas, ¡cuidado! Es posible que seas completamente adicto al trabajo. Tu dedicación es admirable, pero ¿has considerado todo lo que podrías estar perdiéndote por trabajar tanto? Es hora de detenerse y reflexionar.
Recuerda esos momentos en los que trabajabas menos y aún así eras igual de feliz. Date un respiro y recuerda que con Salar, puedes automatizar todas esas tareas operativas de RRHH que te consumen tiempo, lo que te permitirá encontrar un equilibrio entre tu vida laboral y personal.
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¡Esperamos que encuentres útil esta información!
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